En un evento celebrado este jueves en el Centro de Convenciones de Techint, Paolo Rocca —titular del grupo industrial más influyente del país— expresó las inquietudes de los empresarios ante una industria manufacturera paralizada, que posiblemente lo continuará hasta las elecciones, según consensos del sector.
Rocca reclamó medidas para “nivelar la cancha”, advirtiendo que la apertura importadora impulsada por el Gobierno —aunque su gestión la respalda a nivel macro— genera incertidumbre al permitir el ingreso masivo de productos importados. En particular, destacó el riesgo que supone el acero chino, cuya proliferación puede comprometer la competitividad del sector local y desalentar nuevas inversiones.
El discurso se dio en el marco del seminario “Industrialización, comercio y aranceles”, que contó con la participación de Robert Lighthizer, exrepresentante comercial de Estados Unidos durante la presidencia Trump. Lighthizer planteó la necesidad de un “desacoplamiento estratégico” de China: fomentar un comercio más equilibrado, desarrollar tecnología compartida con aliados occidentales y regular las inversiones chinas en función de los intereses democráticos.
Este espacio fue utilizado por Rocca para recalcar que las importaciones crecieron notablemente —casi duplicando en volumen— mientras la actividad industrial perdía ritmo. Esa dinámica, según dijo, afecta las cadenas de valor y genera un entorno adverso para la inversión.
En síntesis, el mensaje fue contundente: sin un marco más equilibrado, la industria nacional corre el riesgo de quedar relegada por una avalancha de productos extranjeros, especialmente de origen chino. La reconstrucción de reglas claras y medidas protectoras se presenta como clave para preservar el tejido productivo y recuperar dinamismo en el sector industrial.